Los riesgos del uso del chupete en los bebés

Muchas personas utilizan chupetes para sus hijos sin saber que tienen algunos inconvenientes. Es muy popular entre los bebés, especialmente los de 0 a 3 meses. Pero, ¿sabías que su uso conlleva algunos riesgos para el bebé? Compartimos aquí algunos de los riesgos que corre un niño al que se le da un uso regular.

A nivel práctico

El chupete contiene ciertos riesgos para el niño. Si se administra demasiado pronto, puede ralentizar la lactancia. Se recomienda dar la leche materna hasta que el niño tenga 6 meses. La succión prolongada del chupete provoca infecciones de oído y obstrucciones nasales. El uso prolongado del chupete también favorece la deformación del paladar y de la cavidad nasal. En estos casos, lo más adecuado sería un chupete ergonómico, pero hay muy pocos en el mercado. El otro riesgo ligado a su uso es que se cae muy a menudo. Esto conduce inevitablemente a que entren más gérmenes en la boca del niño. Además, el chupete puede calmar al niño pero no calma lo que realmente le ocurre.

En el plano psicológico

Psicológicamente, el chupete también presenta riesgos. De hecho, cuando se pone el chupete en la boca cada vez que llora, se convierte en un gesto normal. Cada vez que llore, no querrá otra cosa que su chupete. Esto ya degrada sus habilidades sociales desde el principio. El chupete le enseña la soledad en lugar de la comodidad. Además, cuando esté solo en su rincón, debe ver y grabar ciertos gestos de sus padres y ser capaz de imitarlos después. Pero el chupete impide este mimetismo. El chupete ya le ofrece su trocito de felicidad, así que ya no querrá expresar sus emociones. Preferirá mantenerlos enterrados en lo más profundo de su ser. Además, un niño que se ha acostumbrado al chupete tendrá muchos problemas para expresarse. O tendrá un retraso cuando quiera empezar a hablar.